¿Buscas reglas para tu adolescente en casa? Te damos una guía para crearlas juntos y +20 ejemplos de normas para el hogar, la escuela y las salidas.
Si sientes que tu casa se ha convertido en un estira y afloja constante (o de plano en un campo de batalla) sobre el tiradero, los celulares y los permisos para salir, créeme, no eres el único.
Poner reglas claras es la clave para la paz en casa, pero cuando se trata de adolescentes, el cómo se ponen es tan importante como el qué se pide.
Olvídate de imponer una lista de reglas y ya. El secreto para que esto funcione con los adolescentes es llegar a acuerdos.
Este enfoque cambia la dinámica de una lucha de poder a una colaboración en equipo.
En esta guía te vamos a enseñar el método para crear un "contrato de convivencia" entre todos y te daremos más de 20 ejemplos para que empiecen a platicar.
Al terminar de leer, tendrás una idea de las normas de convivencia en el hogar para adolescentes, un plan claro para bajarle a los pleitos y crear un ambiente de respeto y cooperación en casa.
El error más común es empezar por la lista de reglas. La clave del éxito está en el proceso. Un buen sistema de normas se basa en el acuerdo, la claridad y en que sea parejo para todos.
Busca un momento tranquilo, sin que anden de malas por algo que acaba de pasar. Plantea la junta en buen plan: "Oigan, familia, quiero que platiquemos sobre cómo podemos hacernos la vida más fácil y agradable a TODOS en la casa. Me gustaría que entre todos pongamos algunas reglas claras para que haya menos pleitos y nos llevemos mejor".
Al incluir a tu adolescente en el proceso desde el principio, le das su lugar, siente que su opinión cuenta y es mucho más probable que coopere.
Una vez que platiquen y se pongan de acuerdo en las reglas (puedes usar los ejemplos de abajo para inspirarte), anótenlas.
No tiene que ser un documento legal todo formal. Con una simple hoja que diga "Acuerdos de Convivencia Familiar", con las reglas y las consecuencias bien listadas y un espacio para que todos firmen, es más que suficiente.
Dejarlo por escrito le da seriedad, evita los "no me acuerdo" o "tú no dijiste eso" y sirve como un recordatorio claro para todos.
Este es el punto más importante. Un castigo que a veces ni tiene que ver con lo que se hizo mal parece arbitrario y genera resistencia.
Una consecuencia lógica está directamente relacionada con la regla que no se cumplió y enseña a hacerse responsable.
La pregunta clave es: "¿Qué es lo lógico que debe pasar cuando no se cumple esta regla?".
Por ejemplo:
Las consecuencias lógicas se sienten más justas, generan menos peleas y enseñan mucho más.
Si quieres quieres consultar una guía detallada para profundizar más sobre este tema, visita nuestros artículos sobre cómo poner límites a los hijos adolescentes y estrategias de comunicación para padres con hijos adolescentes.
Usen esta lista como base para su "Junta de Equipo Familiar". Ajústenla, añadan o quiten lo que necesiten para que funcione para ustedes.
Primero, trata de entender por qué no quiere, pero en buen plan, sin enojarte. Probablemente siente que algo no es justo.
Si de plano no quiere, explícale con calma que las reglas son necesarias para vivir juntos y que, aunque prefieres que sea de acuerdo, ciertas normas básicas (de respeto, de uso de áreas comunes, etc.) se van a aplicar de todos modos.
Muchas veces, cuando ven que el plan es serio y justo, terminan por aceptarlo.
No. Ser justo no significa que todo sea igual para todos. Es justo que tu hijo de 17 tenga permiso de llegar más tarde que el de 14.
Las reglas y los privilegios se tienen que adaptar a la edad y madurez de cada quien. Si explicas esto claramente en la junta familiar, te evitas los pleitos de "¡no es justo!".
¡Claro que sí! El "contrato de convivencia" no está escrito en piedra. Es una súper idea planear una revisión cada 6 meses o cada año. Conforme tu adolescente demuestre que es más maduro y responsable, puede ganarse más privilegios y flexibilidad. Esto lo motiva a cumplir los acuerdos.
Las reglas de la casa no son para controlar a tus hijos, son un mapa para que todos puedan llevarse bien y vivir en armonía.
El verdadero secreto no está en qué tan estrictas sean las reglas, sino en el proceso de crearlas juntos, con respeto.
Tener un sistema claro le quita el estrés a todos y, más importante aún, le enseña a tu adolescente cosas que le servirán toda la vida: cómo negociar, ser responsable y respetar a los demás.
No te esperes a la siguiente bronca. Empieza hoy, organiza su "junta de equipo familiar".
Sabemos que poner reglas es a veces solo el primer paso, y que el verdadero reto es sanar la comunicación y volver a conectar con tus hijos adolescentes.
Si sientes que en casa necesitan un espacio neutral para platicar y entenderse mejor, o simplemente quieres más herramientas para navegar esta etapa, la terapia puede ser de gran ayuda.
Nuestro equipo de profesionales está listo para acompañarlos.
Te invitamos a conocer a nuestros psicólogos en Querétaro y psicólogos en Orizaba. Dar ese paso puede cambiar para bien toda la dinámica en casa.
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• Licenciatura en psicología por la Universidad Iberoamericana Puebla (Cédula: 9527960) • Máster en Intervención Psicológica de los Trastornos de la Conducta Alimentaria y la Obesidad por la Universidad de Barcelona. • Especialidad en terapia para adolescentes
• Psicólogos en Querétaro
• Psicólogos en Orizaba
• Psicólogos en Córdoba
• Psicólogos en Veracruz
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